Dos científicos japoneses dicen haber creado una especie de pistola que, al apuntarle a una persona, hace que tartamudee y deje de hablar.
La máquina se llama SpeechJammer, que en una traducción libre sería algo así como un bloqueador de discursos.
La pistola recoge la voz del sujeto y le dispara sus propias palabras de vuelta, pero con cierto retraso, lo que crea una confusión en el cerebro, que no se acostumbra a escuchar el eco de la voz humana.
La técnica se llama Delayed Auditory Feedback o Retroalimentación Auditiva Retardada.
Los científicos aseguran que no causará dolor ni malestar físico.
Se ha asegurado que podría servir para ayudar a personas con problemas de habla o, en casos más sencillos, para silenciar a un interlocutor incómodo en lugares como una biblioteca.
La máquina se llama SpeechJammer, que en una traducción libre sería algo así como un bloqueador de discursos.
La pistola recoge la voz del sujeto y le dispara sus propias palabras de vuelta, pero con cierto retraso, lo que crea una confusión en el cerebro, que no se acostumbra a escuchar el eco de la voz humana.
La técnica se llama Delayed Auditory Feedback o Retroalimentación Auditiva Retardada.
Los científicos aseguran que no causará dolor ni malestar físico.
Se ha asegurado que podría servir para ayudar a personas con problemas de habla o, en casos más sencillos, para silenciar a un interlocutor incómodo en lugares como una biblioteca.
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