Recientemente, un equipo de astrónomos dio a conocer una rareza descubierta por el observatorio espacial Kepler de la NASA. Se trataba de un planeta con dos soles, el Kepler-16 b, el primero hallado hasta la fecha. Apodado «Tatooine» por ser lo más parecido al mundo ficticio de StarWars que haya aparecido jamás, era un mundo raro, sí, pero no el único. La misma sonda ha detectado otros dos nuevos planetas que orbitan, cada uno, su propio sistema binario de estrellas. Y puede haber muchos más. En realidad, millones de ellos.
Los planetas ahora desvelados, llamados Kepler-34b y Kepler-35b-, giran alrededor de un par de estrellas unidas gravitatoriamente que se orbitan entre sí. El primero se encuentra a 4.900 años luz de la Tierra y el segundo, aún más lejos, a 5.400 años luz. Según han explicado los responsables de la investigación en la 219 Conferencia de la Sociedad Astronómica Americana que se celebra estos días en Austin, Texas -resultados que también ha publicado la revista Nature-, cada pareja de estrellas fue descubierta al eclipsarse la una a la otra periódicamente. Pero, además, su brillo disminuía a intervalos irregulares, lo que delataba la presencia de los nuevos mundos, que transitan por delante. De esta forma, los científicos pudieron confirmar la existencia de los planetas y medir su masa.
Ambos planetas son gigantes de gas de baja densidad, comparables en tamaño a Júpiter o Saturno, pero mucho menos masivos. Kepler-34 es un 24% más pequeño que Júpiter, pero su masa es un 78% menor. Realiza una órbita completa en 288 días terrestres alrededor de un par de estrellas similares al Sol. Kepler-35 es un 26% más pequeño, su masa es un 88% menor y completa su órbita alrededor de sus estrellas, más pequeñas, mucho más rápido, en solo 131 días.
Los planetas ahora desvelados, llamados Kepler-34b y Kepler-35b-, giran alrededor de un par de estrellas unidas gravitatoriamente que se orbitan entre sí. El primero se encuentra a 4.900 años luz de la Tierra y el segundo, aún más lejos, a 5.400 años luz. Según han explicado los responsables de la investigación en la 219 Conferencia de la Sociedad Astronómica Americana que se celebra estos días en Austin, Texas -resultados que también ha publicado la revista Nature-, cada pareja de estrellas fue descubierta al eclipsarse la una a la otra periódicamente. Pero, además, su brillo disminuía a intervalos irregulares, lo que delataba la presencia de los nuevos mundos, que transitan por delante. De esta forma, los científicos pudieron confirmar la existencia de los planetas y medir su masa.
Ambos planetas son gigantes de gas de baja densidad, comparables en tamaño a Júpiter o Saturno, pero mucho menos masivos. Kepler-34 es un 24% más pequeño que Júpiter, pero su masa es un 78% menor. Realiza una órbita completa en 288 días terrestres alrededor de un par de estrellas similares al Sol. Kepler-35 es un 26% más pequeño, su masa es un 88% menor y completa su órbita alrededor de sus estrellas, más pequeñas, mucho más rápido, en solo 131 días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario