No se
puede decir que se haya perfeccionado la correcta “actitud” acerca de lo
que depara el futuro. Para ser honestos, creo que siempre preferimos no aceptar los hechos. Pero esta nueva evidencia me
obliga a abrir mis ojos y mi alma a poner en orden mi vida. Yo espero
que haga lo mismo para usted.
Aunque el “día del juicio final” es frecuentemente vinculado con el calendario maya, esto es solamente una coincidencia. El 21 de Diciembre de 2012 es un día significativo en la astronomía, por un número de acontecimientos importantes que impactarán nuestro Sol. Será un “día del juicio final” incluso si jamás hubiéramos sabido acerca del calendario Maya. Sin embargo, mientras más entendamos a esta antigua civilización y apreciemos su conocimiento de la astronomía, deberemos asumir que ellos sabían que esta fecha sería propicia. Así es que hablemos aquí solo sobre astronomía.
Hay muchísima información. Intentaré hacerla fácil de entender.
Aunque el “día del juicio final” es frecuentemente vinculado con el calendario maya, esto es solamente una coincidencia. El 21 de Diciembre de 2012 es un día significativo en la astronomía, por un número de acontecimientos importantes que impactarán nuestro Sol. Será un “día del juicio final” incluso si jamás hubiéramos sabido acerca del calendario Maya. Sin embargo, mientras más entendamos a esta antigua civilización y apreciemos su conocimiento de la astronomía, deberemos asumir que ellos sabían que esta fecha sería propicia. Así es que hablemos aquí solo sobre astronomía.
Hay muchísima información. Intentaré hacerla fácil de entender.
Rosquillas Glaseadas en la Luna
Comencemos con la década en los sesenta, con el aterrizaje tripulado en la Luna del Apollo 11. En una de sus actividades extra-vehiculares (AEV), los astronautas fotografiaron y tomaron muestras de algunos pequeños cráteres, aproximadamente de 20 cm. A 1.5 metros de diámetro. Cuando examinaron los suelos de esos cráteres, ellos observaron lo que se veía como rosquillas glaseadas.
Estos eran en realidad trozos de polvo lunar que estaban cubiertos por vidrio.
Las áreas glaseadas (o esmaltadas) están
claramente concentradas hacia las superficies superiores de
protuberancias, aunque existen también en algunos lados. Las puntas y
bordes parecen ser fuertemente favorecidas por el proceso de glaseado (o
esmaltado).
En algunos casos, gotitas parecieron haber corrido hacia abajo en una superficie inclinada de algunos pocos milímetros y se congelaron allí.
Casi nadie en el público general tuvo conocimiento de este descubrimiento e, incluso si lo fueron, ellos apenas podrían haberse dado cuenta de su importancia.
Pero en 1969, un artículo en la revista Science, escrito por T. Gold propuso una teoría de cómo fueron hechos. El vidrio, como lo sabemos, está hecho de arena derretida. Ocurre naturalmente cerca de fuentes de alta temperatura, tales como volcanes e impactos de meteoritos.
En algunos casos, gotitas parecieron haber corrido hacia abajo en una superficie inclinada de algunos pocos milímetros y se congelaron allí.
Casi nadie en el público general tuvo conocimiento de este descubrimiento e, incluso si lo fueron, ellos apenas podrían haberse dado cuenta de su importancia.
Pero en 1969, un artículo en la revista Science, escrito por T. Gold propuso una teoría de cómo fueron hechos. El vidrio, como lo sabemos, está hecho de arena derretida. Ocurre naturalmente cerca de fuentes de alta temperatura, tales como volcanes e impactos de meteoritos.
Las pruebas de bombas atómicas en el área de Arenas Blancas en Nuevo México produjo un pequeño “Qlago” de vidrio en la zona cero. Así, nunca fue una cuestión acerca del vidrio lunar también habiendo sido creado por algo muy caliente.
El hecho de que el esmalte estaba confinado a pequeños parches, de 0.5 hasta 10mm sugirió a los científicos que la superficie había sido calcinada en lugar de lentamente-cocinada. Y la fuente probable de este calcinamiento fue nuestro Sol. Gold estimó que la luminosidad solar habría tenido que incrementarse 100 veces de lo que es normalmente, para una duración de, desde 10 a 100 segundos.
También, por la carencia de escombros o suciedad cubriendo este vidrio, tendría que haber ocurrido en el lapso de los últimos 30,000 años. Esto hizo que Gold propusiera que el Sol – nuestro Sol – hace esto cada 10,000 años o más. El sugirió que investigaciones futuras deberán buscar un acontecimiento “detonador” – posiblemente un gran cometa o asteroide impactando la superficie del Sol. El estimó que éste solo habría tenido que ser de unos 100 km. Y pesar unos 3 x 1021 gramos.
Décadas pasaron, y esta teoría no recibió mucha atención. Luego, como a menudo lo hace, la teoría retomó una seria y fresca visión por parte de un genio, el Dr. Paul LaViolette (imagen abajo).
El no estuvo satisfecho con la fuente del vidrio siendo causada por una explosión solar, principalmente debido a que la salida tendría que haber sido a escala de una nova, no solamente una ráfaga o explosión.
Él previó otra posibilidad.
El Dr. LaViolette ha previsto una gran erupción solar o eyección de masa coronal (CME) que sería atrapada magnéticamente en la magnetosfera de la Tierra.
La magnetosfera, entonces, se aferraría a esta bola de fuego de radiación como una botella térmica magnética, permitiendo que la Luna y la Tierra sean expuestas a una duración de tiempo lo suficientemente larga para realmente “hornear instantáneamente” sus superficies.
Los críticos denunciaron la teoría de LaViolette, citando evidencia de “polvo cósmico” y raros elementos en el vidrio lunar, y concluyendo que la fuente del calor fue de un impacto de meteorito.
Pero LaViolette propuso que este polvo cósmico estaba probablemente presente en la superficie de la Luna durante el tiempo en que fue derretida en vidrio. De hecho, el propuso que el Sistema Solar entero estaba lleno de este polvo cósmico en el tiempo de esta erupción solar. El fue reivindicado cuando los núcleos polares de hielo mostraron depósitos inusuales de polvo cósmico en los estratos que marcaban el final de la última edad de hielo.
Este período de tiempo, aproximadamente 12,950 AC se aproxima a la edad actual del vidrio lunar.
Entonces, ¿de donde vino todo este polvo cósmico?
Como la Tierra, nuestro sistema solar entero tiene su propia atmósfera, llamada la heliopausa.
Esta “burbuja” rodea el Sol y los planetas, al viajar a través del espacio galáctico. Como la magnetosfera de nuestra Tierra, el movimiento de la heliopausa crea una “cabeza” redondeada, y una “cola” en proceso de estrechamiento. Realmente, es más en forma de huevo (ver arriba). Hasta hace poco tiempo, los astrónomos creían que nuestro sistema solar era una región relativamente libre de polvo cósmico. El polvo cósmico y el material congelado del espacio fueron mantenidos fuera de esta burbuja protectora.
Esto fue confirmado cuando las naves espaciales IRAS y ULISES, mostraron imágenes infrarrojas del sistema solar, rodeado por tenues nubes de polvo cósmico que incrementa en densidad justo más allá de Saturno.
Así, si el polvo cósmico está rodeando la heliopausa, ¿Qué podría hacerlo repentinamente entrar la heliopausa y cómo coincidiría esto con enormes erupciones solares?
LaViolette previó algo perturbando la heliopausa desde el exterior, impactándolo y atrayendo el polvo cósmico hacia adentro con él, y energizando el Sol. La energía de tal impacto sería inmensa.
El lugar más lógico para buscar tal enorme energía fue la Galaxia la Vía Láctea.
La Prueba Evidente
Examinando la forma de las nubes de polvo cósmico, el equipo del Satélite IRAS reportó que la nube estaba inclinada en relación a la eclíptica del sistema solar – el plano estrecho conteniendo nuestros planetas.
LaViolette se dio cuenta que esta extraña alineación se rastreaba hasta el centro Galáctico.
Esto fue rápidamente verificado por la nave espacial Ulises, de la NASA, y el observatorio de radar espacial AMOR de Nueva Zelanda. Lo que sea que causó que finalizara la última edad de hielo, que el Sol erupcionara y causara asimismo la formación del vidrio en la Luna vino desde el centro de la Galaxia la Vía Láctea.
La cosa se estaba volviendo más interesante. Los astrónomos han sabido acerca de una intense radiación desde el espacio desde los años setenta.
Múltiples explosiones de poderosos rayos gamma fueron rutinariamente detectadas, y creídas de originarse desde estrellas en la Vía Láctea. Asumiendo que esta energía fuera originada localmente, los astrónomos concluyeron que este tipo de explosión de rayos gamma era insignificante e inofensivo. Luego, en Diciembre de 1997, ellos tuvieron la tecnología y la buena suerte de coger un fuerte estallido de rayos gamma y rastrearlo. La fuente no estaba dentro de la Galaxia de la Vía Láctea.
Era desde una distante galaxia a mil millones de años luz de distancia.
Una revisión de otros estallidos mostró que sus hipótesis habían estado equivocadas.
Todas las explosiones de rayos gamma que estaban observando provenían de otras galaxias muy, pero muy lejos. La cantidad de energía viniendo desde objetos tan distantes fue un verdadero shock. Nadie hubiera siquiera imaginado que estallidos tan poderosos podrían ser generados por centros galácticos. El pensamiento de una explosión proviniendo desde el centro galáctico de nuestra propia Vía Láctea era abismal. Una explosión de la misma intensidad como el acontecimiento de 1997, originándose desde adentro de la Vía Láctea, emitiría 100,000 veces la dosis letal de radiación, matando cada forma de vida que fuera expuesta.
¿Podría esto realmente sucedernos a nosotros?
Esta pregunta fue contestada el 27de agosto de 1998, cuando una inusual pulsación de 5 minutos de rayos gamma fue localizada justo a 20,000 años luz de distancia, en la Constelación del Aquila. Esto podría sonar como una enorme distancia, pero para los astrónomos es solo “a la siguiente puerta”. La Galaxia Vía Láctea, por ejemplo, está a solo 100,000 años luz de extremo a extremo.
El acontecimiento de 1998 fue lo suficientemente fuerte y lo suficientemente cercano como para ionizar la atmósfera terrestre superior, dañar un par de naves espaciales y perturbar la comunicación global. Desde entonces, los astrónomos colocan las explosiones de rayos gamma desde el centro de la Galaxia en la parte superior de la lista de cosas que no queremos que sucedan.
Antes de Aquila, los científicos simplemente le temían a las estrellas en explosión – novas y supernovas. Ahora las cosas son diferentes. Es como vivir en un ghetto y temerle a las balaceras de paso y a las balas al azar.
Luego un día usted se entera de que hay una bomba nuclear abajo, en la calle, esperando estallar.
¡No en mi galaxia!
Irónicamente, todos estos hechos se incorporan en la teoría de la SuperOnda de LaViolette.
El concluye que hay explosiones cíclicas y frecuentes desde el núcleo de la galaxia. Estas ondas de radiación avanzan hacia fuera, a los bordes de la Galaxia, impactando todo y causando que las estrellas entren en erupción en su trayectoria. El cree que esto es lo que ha sucedido muchas veces a nuestro propio sistema solar – la Superonda más reciente de radiación habiendo sido hace 14,950 años.
El prevé la onda de choque – o Superonda –arrastrando polvo cósmico consigo al entrar en la heliopausa y energiza a nuestro Sol.
Muestras de núcleos de hielo apoyan este punto de vista.
Evidencia de los efectos del polvo cósmico muestran en los estratos de núcleo de hielo correspondientes a los años 11,880 a 11,785 AC.*
* Estas fechas han sido actualizadas siguiendo una investigación más precisa del Dr. LaViolette.
Esta evidencia, junto con el vidrio lunar, la presencia de polvo cósmico y el fin abrupto y atípico de la última edad de hielo – todo apunta a una íntima relación entre una extrema actividad solar y radiación gamma desde el centro de la Galaxia la Vía Láctea.
Algo ha cambiado
Más preocupante es la sugerencia de algunos científicos de que esta poderosa radiación pudiera no requerir que un dramático estallido o explosión cause erupciones en el Sol.
Los físicos en casi una docena de instituciones de investigación, incluyendo la Universidad de Nueva York han descubierto evidencia de rayos gamma de muy alta energía emitiendo de una estrecha banda en el ecuador de la Vía Láctea.
Estos niveles de rayos gamma marcan las más altas energías alguna vez detectadas de la Galaxia.
Los rayos gamma tienen una energía media de 3500 mil millones de electrón-voltios, o 3,500 veces la masa-energía de un protón. Previos experimentos satelitales han visto emisiones de rayos-gamma a lo largo del ecuador galáctico alcanzando energías hasta de solo 30 mil millones de electrón-voltios.
Quizás relacionado a esto es el enigmático y desconcertante hecho de que, aunque no hayamos sido testigos de ningunas explosiones o “estallidos” Galácticos, las medidas de polvo cósmico que fluyen dentro de la heliopausa se han incrementado constantemente a casi tres veces desde el último máximo solar en 2001.
Durante el máximo solar de cada ciclo de 11 años, la polaridad del Sol cambia – el norte se convierte en el sur y viceversa. Este breve período de inestabilidad magnética permita que algún polvo cósmico entre en la heliopausa porque los “escudos” del Sol están reducidos. Pero una vez se ha establecido la nueva polaridad, el Sol usualmente bloquea rápidamente el polvo. Esta vez no sucedió. El polvo cósmico fluyendo hacia adentro desde el centro Galáctico, y los astrónomos andan perdidos en poder explicar porqué.
Es probable que el sistema solar ya esté experimentando la energía invasiva desde el ecuador galáctico a medida que avanzamos en la posición y nos alineamos con ella en 2012.
Sí, ¡hay más!
¿Cómo será cuando esto nos suceda a nosotros?
Tal vez la evidencia más dramática de lo que podemos esperar en 2012 venga del lugar menos probable - ¡antiguos petroglifos!!
Antiguas grabados desde todo el globo, creadas durante el último “golpe” solar hace 14,950 años parece ilustrar un espectacular acontecimiento que sucedió cuando la Tierra fue golpeada por última vez por una radiación extremadamente alta.
Esto es un poco difícil de explicar.
Visto
desde arriba. La aurora realmente forma una forma de tazón (o cáliz)
luminoso y eléctricamente cargado extendiéndose hacia el espacio desde
cada polo.
Todos estamos familiarizados con las chispas que destellan brillantemente cuando descargamos corriente eléctrica.
El relámpago es un buen ejemplo. Energía extremadamente alta, llamada plasma ha sido mostrada de formar formas únicas cuando se le hace descargar – especialmente alrededor de una esfera. Las luces del norte son un ejemplo de cómo esta “chispa” de plasma puede formar láminas o tubos luminosos, eléctricamente cargados en los polos terrestres.
La aurora, como es llamada, ocurre cuando la energía suave de nuestro Sol es atrapada y disipada por los polos magnéticos de la Tierra.
La energía extremadamente alta – el tipo que habría causado el vidrio lunar y que golpeó la Tierra – crea una descarga más elaborada. Los físicos lo llaman una formación z-pinch. El z-pinch ha sido extensivamente investigada por un grupo encabezado por Antony L. Peratt con el Laboratorio Nacional de Los Álamos, Nuevo México, y es descrito en este papel, Características para la Ocurrencia de una Aurora Z-Pinch de Alta-Corriente como Registrada en la Antigüedad, Parte II: Direccionalidad y Fuente. [5]
En este papel, el Dr. Peratt ilustra la forma y características de esta alta descarga de energía en la Tierra y muestra miles de sitios de petroglifos por todo el globo en donde fue observado este z-pinch y registrado en antiguos grabados.
El término z-pinch se origina de experimentos en donde físicos hicieron que fluyera corriente extremadamente alta a través de finos alambres que fueron arreglados verticalmente en formación tubular. Ellos observaron que la energía rápidamente vaporizaba los alambres, pero el campo magnético generado por estas trayectorias permaneció y contuvo (o “pellizcó”) la corriente de energía, colapsando las corrientes de energía hacia el centro de la configuración similar a un tubo – llamada el eje-z.
Cuando convergen las Corrientes de energía, constituyen formas únicas que persisten y pueden ser observadas como elementos de Birkeland, llamadas así por su descubridor.
Arriba
(a la izquierda): Imagen virtual de la intensa columna de plasma
auroral como puede ser vista en un ángulo de inclinación, no escalar.
Arriba (derecha): Vista conceptual de los filamentos de la envoltura de Birkeland rodeando la Tierra (28 pares cercanos). El flujo relativista del electrón es hacia abajo, hacia la Antártica.
El paquete en curso sobre la Antártica se tuerce en rotación contra el reloj.
Por la convención, las corrientes Birkeland y el flujo de iones es hacia arriba, hacia el Ártico.
Todavía no completamente resuelto está una curvatura en la envoltura del filamento superior que permite que los plasmoides superiores y columnas sean vistas en las latitudes nórdicas.
Arriba (derecha): Vista conceptual de los filamentos de la envoltura de Birkeland rodeando la Tierra (28 pares cercanos). El flujo relativista del electrón es hacia abajo, hacia la Antártica.
El paquete en curso sobre la Antártica se tuerce en rotación contra el reloj.
Por la convención, las corrientes Birkeland y el flujo de iones es hacia arriba, hacia el Ártico.
Todavía no completamente resuelto está una curvatura en la envoltura del filamento superior que permite que los plasmoides superiores y columnas sean vistas en las latitudes nórdicas.
Si la Tierra fuese golpeada por una radiación de alta energía, ya sea desde el Sol o desde el Centro Galáctico, el planeta sería rodeado con líneas distintas de energía, convergiendo en los polos norte y sur.
Esas bandas continuarían extendiéndose mucho más allá de los polos del planeta y hacia el espacio, y serían visibles desde casi cada punto en la Tierra – cada una con su propia y única perspectiva.
Experimentos de laboratorio con una esfera de metal representando la Tierra, muestran la forma de “cáliz” creada por trayectorias de alta energía [arriba]. Extrañamente, repetidos experimentos muestran una preferencia para 56 “rayos” o distintas bandas de energía.
¡Este mismo número es a menudo representado en los antiguos petroglifos!
Arriba (izquierda): Petroglifos del hemisferio norte de la Cuenca del río Columbia, 45.65ºN, 121.95º Oeste.
Centro: Vista oblicua hacia la columna de plasma auroral de éstas coordenadas.
Arriba (derecha): Jarrón de Nasca, Perú, fecha desconocida (14.24ºS, 75.58º Oeste).
Observe la similitud a los petroglifos del hemisferio norte.
Recientes archivos mundiales de petroglifos globales han demostrado que estas horas fueron correctamente registradas en grabados en rocas por seres humanos que atestiguaron este acontecimiento.
Arriba
(izquierda): pictografías de rayas-blancas en el Centro Cultural de
Turismo de Iga Warta, al norte de la cordillera Flinders (30.59ºS,
138.94ºE).
Lo que se muestra es el acantilado Coulthard, Departamento australiano del Ambiente y Planificación de la Herencia Aborigen,
Una
autoridad en técnicas de pinturas pictográficas habiendo analizado
tales trabajos en la cueva de arte rupestre de Magdalena en Francia.
Arriba (a la derecha): Hermanos Lightning, Ingaladdi, Río Victoria, País Wardman del Territorio Norte (15ºS, 130ºE).
Nuevas técnicas de fechado de esta imagen pictográfica pigmentada roja inorgánica fue hecha usando un método de extracción de plasma-químico y correspondiente a la era del z-pinch.
Cuando los investigadores fueron a varios sitios de petroglifos que contenían los artefactos de z-pinch ellos cuidadosamente planificaron la localización GPS y observaron si el antiguo artista tuvo una clara visión del horizonte sur. Casi todos los sitios tenían esta visión.
El número y el alcance de estos sitios globales de petroglifos demuestran claramente el propósito de este arte.
También, dependiendo de la latitud, las pinturas del z-pinch correspondían a la perspectiva exacta que se habría esperado.
Algunos ejemplos de petroglifos z-pinch son mostrados aquí. Nosotros recomendamos altamente leer el artículo completo.
Agradecemos especialmente al miembro del equipo, John McGovern, por traer este importante trabajo a nuestra atención.
Entonces, ¿qué es lo que sabemos con certeza?
Datos recientes muestran que efectos dramáticos y potencialmente mortales pueden resultar de erupciones solares y eyecciones de masa coronal.
Datos sustanciales sugieren que un acontecimiento, similar al anticipado en el escenario del “juicio final” de 2012 ocurrió aproximadamente hace unos 14,950 años y fue registrado por antiguos humanos. Este acontecimiento parece haber durado varios años y fue responsable del abrupto final de la última edad de hielo así como un sustancial desecho de la población humana.
Los sorprendentes hallazgos de LaViolette, apoyados por otras investigaciones, sugieren que el extremo acontecimiento solar correspondió a una poderosa radiación viniendo desde el centro de la Galaxia de La Vía Láctea y fue asociado con rayos gamma y polvo cósmico.
Recientes observaciones han mostrado un incremento dramático en energía de rayos gamma en el Ecuador de la galaxia, el cual estará en su máxima alineación con nuestro sistema solar el 21 de Diciembre de 2012. Los registros anteriores en los núcleos de hielo (estratos de 13,800 a 13,785 A.C.) sugieren que la intensa radiación de este último acontecimiento podría haber durado muchos años.
Parece altamente probable que este alineamiento causará otro extremo acontecimiento solar, puesto que otros factores precipitando un “máximo solar” (es decir, la oposición de importantes baricentros planetarios) también convergen en esta fecha exacta.
ALMY+BRQ+TsTs+A+RSL(L) +AN+AR (R)
…por todo el mundo…el resplandor, destello…aparece…
…la descuidada…semilla, descendiente…despierta
El hecho de que los centros galácticos rutinariamente irradian letales rayos gamma hace improbable que la vida, por lo menos como la entendemos, puede sobrevivir en el universo. Tarde o temprano está destinada a ser golpeada (o extinguida).
Un Nuevo estudio genético de variaciones del cromosoma-Y por al Dr. Marcus Feldman de la Universidad de Stanford muestra que la población de la cual la actual población del mundo es derivada consistía de aproximadamente unos 2,000 individuos. De alguna manera, los seres humanos, la flora y la fauna sí sobrevivieron el pasado día del juicio final, y algunos pudieran, incluso, sobrevivir más allá del 2012.
De hecho, muchas de las antiguas profecías que he encontrado en mis viajes alrededor del mundo han hablado de una “luz brillante” o “destello” seguido de la “buena semilla” (es decir, la humanidad) que surgiría y repoblaría el mundo.
Organismos en la Tierra, incluyendo a los humanos, han evolucionado durante tiempos tranquilos – entre las explosiones letales de nuestro propio centro de la Vía Láctea. Esto significa que somos, de hecho, bastante únicos (y afortunados). Pero también significa que nuestra desaparición definitiva es parte del orden natural. Este universo es más grande que nosotros mismos y nuestras vidas. Nosotros somos solamente un fenómeno transitorio, aparentemente contrarios a las leyes de la entropía, y sin embargo, parte de la realidad cósmica. Esto no es ni bueno ni malo. Es simplemente así.
Y sin embargo es parte de nosotros y pudiera continuar. Esta esperanza es a lo que debemos aferrarnos.
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